La cirugía fetal hace referencia a la consideración del feto como un paciente en el que podemos no sólo actuar mediante la administración de fármacos, sino que puede ser intervenido quirúrgicamente como lo haríamos con un niño ya nacido pero sin interrumpir el embarazo en curso. Estas técnicas quirúrgicas se aplican esencialmente el grupo de patologías conocidas como malformaciones fetales.

El objetivo de la cirugía fetal es el de corregir las graves malformaciones fetales cuando dicha corrección podrá permitir minimizar la secuelas que se derivarán de dichas malformaciones. Por ejemplo, se ha observado que la corrección de los problemas obstructivos urinarios permite la recuperación total del tejido renal sin secuelas; o que la derivación precoz de la hidrocefalia fetal disminuye significativamente la incidencia de retraso psicomotor secundario a la misma cuando la cirugía se realiza tras el parto; o como la corrección intraútero de la hernia diafragmática permite un desarrollo pulmonar adecuado muy superior al que se logra con la intervención postparto.

. Inserción de catéteres 

  • Inserción de catéteres de drenaje pleural en casos de derrame pleural o en hidrops fetal
  • Inserción de catéteres de drenaje vesical ó uropatía obstructiva en casos de fetos masculinos con síndrome de Valvas posteriores.
  • Derivaciones vésico-amnióticas es un procedimiento guiado ecográficamente y que consiste en la colocación, mediante punción a través de la pared uterina, de un catéter multiperforado tipo “pig-tail” (doble cola de cerdo), con un extremo en la vejiga fetal y el otro en la cavidad amniótica, lo que permite el paso directo de la orina desde la vejiga a la cavidad amniótica obviándose así el paso de la misma por la uretra obstruida.